El consejo de Criteria valoró de forma negativa la opa de Atlantia sobre Abertis
El bajo precio ofrecido por los italianos, el poco peso que tendrían los representantes de La Caixa —solo tres consejeros de 18— y la falta de una sede en Barcelona, razones del rechazo.
El pasado lunes se celebró en la torre pequeña de la sede de La Caixa en la Diagonal el consejo de Criteria. En la reunión, como no podía ser de otro modo, se analizó la opa de Atlantia sobre Abertis, que había sido lanzada ese mismo día. Pero la valoración de la oferta fue negativa por tres razones: el bajo precio ofrecido por los italianos, el poco peso que tendrían los representantes de La Caixa —solo tres consejeros de 18— y la falta de una sede en Barcelona que permita controlar el negocio concesional de las autopistas en España, según explican fuentes financieras cercanas a La Caixa.
Formalmente, Criteria solo ha declarado que está estudiando la oferta y que se tomará su tiempo. Pero de puertas adentro ya está claro que la oferta ha decepcionado al presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidre Fainé, y a los suyos, los cuales se muestran reticentes a aceptar la propuesta de los italianos, más ahora que durante las semanas en que se filtró la operación sin que se hubiese formalizado ante la CNMV. Por su parte, tanto Abertis como Atlantia han declinado hacer declaraciones.
Sin embargo, la consigna en el entorno de La Caixa es clara: no explicitar la negativa y dejar pasar el tiempo. En jerga futbolística, balón al suelo y dormir el partido. Con esas premisas se reunió ayer en Barcelona el consejo de Abertis, también para estudiar la oferta, y los consejeros dominicales no se mojaron ni en un sentido ni en otro. En el consejo de Abertis, solo un consejero conocía lo que había pasado en el de Criteria, y fue el también director general del ‘holding’ de La Caixa, Marcelino Armenter, que acude al consejo de Criteria en calidad de invitado. Pero Armenter, siempre enigmático, no dijo ayer esta boca es mía, según explican miembros que asistieron a la reunión.
La cotización de Abertis refleja esta decepción. Ayer cerró por debajo de los 16,5 euros que ofrece Atlantia. En La Caixa se reconoce la voluntad de los italianos de hacerle un traje a la medida a La Caixa. Y también, que el traje les ha quedado estrecho de hechuras.
La Caixa pasará a ser un socio más en Abertis si los Bennetton cierran la oferta de Atlantia
La oferta de Atlantia tiene dos intenciones: expulsar a los accionistas minoritarios ofreciéndoles dinero y retener a La Caixa como socio minoritario para que acuda al canje en unas condiciones que nadie más, ni siquiera socios como Capital Group, que tiene el 13% de Abertis, podrían aceptar, ya que perderían la liquidez de sus acciones. No podrían venderlas por un “lock-up” hasta el 15 de febrero de 2019. Además, el canje de un título de Abertis por 0,697 acciones de Atlantia tampoco resulta atractivo: supone que Critería pasaría a tener el 15% de la resultante de la fusión entre Atlantia y Abertis. Muy lejos de los Benetton, quienes retendrían el 25,5% y nombrarían al consejero delegado. Ni siquiera hay un tramo de dinero fresco en la oferta que permitiría dotar de liquidez inmediata a la Fundación Bancaria La Caixa. Si Fainé quiere dinero para la obra social, tendría que renunciar algún consejero en la nueva Atlantia. Y con solo tres de 18, tampoco hay mucho margen para ello.
Por su parte, y en la misma línea, fuentes financieras cercanas a Atlantia manifestaron que desde Roma ya se apunta que la opa podría triunfar sin que Criteria acudiese al canje de títulos que plantea la oferta.
Todas las opciones abiertas
Los planes de Fainé pasan por tener todas las cartas sobre la mesa: no decir nada y esperar que los italianos capten el mensaje: o elevan el precio de la oferta con las mismas condiciones o mantienen el actual precio, considerado demasiado bajo, pero con un envoltorio mejorado: un poder más repartido entre italianos y españoles, tanto en el consejo de administración como en la gestión operativa de los activos en España.
Rehacer el traje
En resumen, la idea del traje a medida era buena pero el sastre italiano tendrá que rehacerlo. Después de todo, en este momento Abertis renta el 4,4% a sus accionistas en un momento de tipos muy bajos. Dinero en el mercado hay mucho; activos buenos, no tantos.
También se considera en el entorno de La Caixa que en Atlantia no se ha cuantificado lo suficiente la diversificación que aporta Abertis a la nueva compañía, que será la empresa líder de peajes en el mundo. Abertis supone hacer los deberes de internacionalización que los italianos llevaban años aplazando. Atlantia depende todavía en un 86% del mercado italiano. Después de la compra, ese porcentaje se rebajaría al 45%, según reconoce la concesionaria italiana en su presentación sobre la opa. Y eso, en Roma, también tendrían que ponerlo en valor, según apuntan fuentes financieras conocedoras de la operación.
Si Atlantia evita mejorar su oferta sobre Abertis, corren el riesgo de que la opa muera por inanición y que sus planes queden aparcados en la cuneta
Además, La Caixa tiene una posición de fuerza mayor que la que revela su 22,5% de Criteria. Cerca de 2% de los accionistas son minoritarios históricos, pequeños ahorradores catalanes que harán lo que les diga su director de oficina bancaria, que, oh casualidad, en la mayor parte de los casos es La Caixa.
El riesgo para los italianos no es el mismo que corrió Abertis en la opa sobre Autostrade hace una década. Aquí no habrá estridencias y grandes declaraciones. Simplemente se dejará pasar el tiempo. Solo que una opa es como una planta: si no se riega, se muere.
Fuente: El Confidencial