El restaurante Asturias echa el cierre tras 45 años de apertura en Ramón y Cajal
La hostelería sevillana pierde uno de sus establecimientos más señeros en el barrio de Nervión: el bar restaurante Asturias, fundado hace 45 años por Manuel Coto.
El negocio, ubicado en la Avenida Ramón y Cajal, ha permanecido siempre en manos de la misma familia. La causa del cierre es el desacuerdo en las condiciones del alquiler del local: «Nos vamos obligados y con pena», reza en el cartel que desde finales de agosto se exhibe en el establecimiento. Muchos clientes creían que se trataba de un cierre temporal, por motivos de descanso estival del personal, pero finalmente se trata de un cierre definitivo que provoca la pérdida de un negocio de clientela permanente y diversa: desde los primeros vecinos que poblaron la zona a finales de la década de los 60, pasando por el recordado párroco de San Bernardo, monseñor Álvarez Allende, o el escritor Antonio Burgos, el torero Curro Romero y una multitud de profesores de diversas facultades de la Universidad de Sevilla.
El Asturias ha sido siempre un restaurante reconocido por el cuidado en la lista de tapas y platos típicos de la gastronomía astur: la patata rellena, la empanada, la tortilla, el cachopo, el besugo a la espalda, las fabes con almejas, etcétera. Por supuesto no faltaban la sidra para regar las viandas, ni el típico carbayón ovetense de postre.
De estilo setentero en su decoración -sin parecer nunca ajado- el Asturias siempre fue renovando la clientela gracias a su arraigo en la ciudad sin necesidad de tener una sede en el centro y a pesar de estar rodeado de negocios enfocados al público estudiantil en los últimos tiempos. Muy característico era el salón comedor del fondo, donde se han celebrado no pocos almuerzos tras la lectura de tesis doctorales, y donde se servía cada 19 de octubre el popular Desarme, el menú de la fiesta gastronómica asturiana que conmemora la victoria de las tropas isabelinas y constitucionales sobre las columnas del general Sanz en la Guerra Carlista.
La propiedad destaca en su despedida que a lo largo de 45 años han conseguido «magníficos clientes y maravillosos amigos que llevaremos siempre con nosotros». No avisa, por el momento, si contempla la posibilidad de reabrir el negocio en otra ubicación.
Fuente: Diario de Sevilla