El 80% de las empresas familiares aumentará ventas y plantillas a lo largo de este año
La macroeconomía es la suma de las micros, o lo que es lo mismo, la suma de la actividad de las empresas y particulares de un país.
Como era de esperar, el hecho de que el Producto Interior Bruto (PIB) esté creciendo a un ritmo anual superior al 3%, se está dejando notar en la actividad de las empresas, y entre ellas en lugar destacado las familiares, que son 1,1 millones en toda España, dan empleo a 6,58 millones de eprsonas y representan el 57% del valor añadido bruto.
Según el VI Barómetro de la Empresa Familiar realizado por KPMG, «el 80% de las empresas familiares españolas afrontan los próximos 12 meses con optimismo y confían en disfrutar de una situación económica positiva o muy positiva. Se trata del porcentaje más alto desde que comenzó la recuperación económica en el año 2014».
Estas buenas perspectivas se traducirán en crecimientos tanto de las ventas como de las plantillas, tal y como lleva ocurriendo desde el año 2014, fecha en la que la mayoría de los empresarios familiares, en concreto el 46%, ya incrementó personal, porcentaje que se ha ido elevando al 54% en 2015, al 61% en 2016 y al 58% este 2017, es decir, casi seis de cada diez compañías.
Esta buena marcha de los negocios de este tipo de empresas se ha traducido también en un alza de las ventas. En concreto en el año 2014 la mayoría de las empresas encuestadas por KPMG, en concreto el 56%, aseguraba que había vendido más, porcentaje que se ha ido elevando desde entonces hasta el 70% en 2015, el 75% en 2016 y el 69% que tienen previsto para este año.
A nadie se le escapa que durante lo más duro de la crisis muchas de las empresas familiares de este país dirigieron su mirada hacia el exterior. Valga el ejemplo de que en 2013 nada menos que el 74% de las empresas había aumentado su presencia en el exterior, porcentaje que se ha ido reduciendo desde entonces al mismo ritmo que mejoraba la situación de la economía española. Para este año, no obstante, aún son mayoría, en concreto el 52% de ellas, las que prevén aumentar su actividad fuera de nuestras fronteras.
En relación a la facturación, una de las piedras angulares de las cuentas de una compañía, los incrementos de los últimos años no han sido baladí ya algo más que seis de cada diez, en concreto el 63%, de las empresas ha vendido entre un 6 y un 25% más, aunque un 4% de las encuestadas confiesa que ha registrado aumentos de facturación superiores al 50%.
Al contrario de lo que podría esperarse, todos estos buenos resultados no están haciendo que las empresas pilotadas por los grupos familiares se duerman en los laureles, sino que muy al contrario identifican en el mencionado estudio la competencia como el principal reto al que se tienen que enfrentar, en concreto el 51%. Sin embargo, destaca cómo la necesidad de disponer de profesionales cualificados emerge como uno de los principales problemas de las compañías familiares ya que el 40% de las compañías se han lanzado a una especie de guerra por contratar el mejor talento que haya en el mercado laboral.
Al contrario que en encuestas realizadas en años anteriores, la incertidumbre política (la encuesta se realizó antes de la actual crisis política de Cataluña) es la cuarta preocupación de estos empresarios. En tercer lugar entre los quebraderos de cabeza figura la disminución de la rentabilidad y en quinto el aumento del coste de la manos de obra.
Y, como ya es tradicional en cualquier foro o encuesta empresarial que se precie, una petición de rebaja de impuestos también aparece entre los resultados. En concreto, el 38% asegura que una bajada de impuestos impulsaría las perspectivas de crecimiento de sus negocios. Además, creen que una regulación laboral más flexible y la reducción de los costes laborales no salariales repercutirían de forma positiva en su negocio y, por tanto, en la creación de empleo.
Fuente: abc.es