La pequeña empresa familiar de Baleares cuatriplica su rentabilidad
La rentabilidad de las unidades de entre 10 y 50 trabajadores se ha elevado hasta el 12,3% en los estados contables de 2016
El segmento de la pequeña empresa asume la recuperación más notable de la rentabilidad del tejido balear y mejora, así, tanto su capacidad para movilizar nuevas inversiones como para revisar su estrategia de posicionamiento.
Desde i|empresa, la nueva herramienta de Impulsa Balears orientada a profundizar en la estructura, dinámica y gestión del tejido empresarial de las islas, se constata que la rentabilidad de las unidades de entre 10 y 50 trabajadores se ha elevado hasta el 12,3% en los estados contables de 2016, último ejercicio para el que se dispone de una base de información suficiente a nivel agregado.
Con este porcentaje, la pequeña empresa consigue reforzar el repunte que experimentó la rentabilidad el ejercicio anterior (9,3%) y cuadruplicar el obtenido cinco años atrás (3,1%), al mismo tiempo que recorta significativamente el diferencial que la separa de la rentabilidad media obtenida por el conjunto del tejido empresarial de Balears (13,2%, 2016 vs 5,1%, 2011).
Más allá de consideraciones de tipo financiero, los resultados de la pequeña empresa se apoyan en un incremento acumulado de la facturación (33,5%, 2011-2016) superior al conjunto del tejido empresarial (31,2%, 2011-2016).
La recuperación de la actividad y la racionalización de los costes llevada a cabo durante la fase bajista del ciclo han permitido que las unidades de esta dimensión hayan logrado ampliar los márgenes (8,9%, 2016 vs 4,1%, 2011) con una intensidad superior a la del conjunto de empresas de las islas (10,8%, 2016 vs 6,8%, 2011).
Este comportamiento se produce, así mismo, en un contexto en el que la rotación del activo –o ingresos de explotación obtenidos por cada unidad de activo– de la pequeña-empresa balear (0,78) supera la del conjunto de segmentos del tejido (0,67), lo que asegura en mayor medida la eficiencia de la inversión.
i|empresa revela, al mismo tiempo, que la mediana y la gran empresa se han hecho cargo de los procesos más ambiciosos de reequilibrio patrimonial.
Si la mejora de la rentabilidad es el rasgo más significativo de la situación empresarial de la pequeña-empresa, las unidades de mayor dimensión han puesto de manifiesto un notable esfuerzo en materia de reequilibrio de balances y mejora de la capacidad financiera para planificar nuevos proyectos de inversión.
En este sentido, i|empresa asigna la mayor rebaja del coeficiente de endeudamiento –o las veces que el pasivo total supera al patrimonio neto– a la gran empresa de más de 250 trabajadores (2,29, 2016 vs 3,43, 2011), seguidas de medianas empresas que operan con plantillas de entre 50 y 250 efectivos laborales (2,56, 2016 vs 2,93, 2011). Este proceso, que sigue señalando niveles de compromiso financiero superiores a la media del tejido (2,16, 2016 vs 2,73, 2011), se completa en un escenario en el que las vías de acceso al crédito se amplían progresivamente y los tipos de interés se mantienen en niveles históricamente reducidos.
La amortización de la deuda sujeta a costes más elevados ha permitido, además, reducir el coste medio de remuneración del pasivo tanto en el segmento de la gran (2,3%, 2016 vs 3,3%, 2011) como de la mediana-empresa (1,9%, 2016 vs 3%, 2011). Gracias a ello las unidades de mayor dimensión han conseguido disfrutar de una situación de apalancamiento financiero positivo, pues la recuperación de la actividad ha permitido, a su vez, ampliar el diferencial entre la rentabilidad económica y el coste de la deuda.
Fuente: Economía de Mallorca