empresa familiar
18
Ene

La figura del Mentor en la Empresa Familiar

Según la mitología griega, Méntor era amigo de Ulises, a quien, al partir hacia Troya, encomendó la educación de su hijo, Telémaco.

El mentor es una figura muy arraigada en las empresas desde hace décadas, especialmente en la tradición norteamericana pero también más recientemente en España. En una simple frase, el mentor es una persona que se encarga del desarrollo de otra.

Como señala Shea (1999[1]) el mentor se dedica a “desarrollar, cuidar, compartir y ayudar en una relación en la que una persona invier­te tiempo, know-how y esfuerzo en potenciar el desarrollo de otra persona, en el ámbito de los conocimientos y las habilidades, y dar respuestas a necesidades críticas en la vida de esa persona en direcciones que preparan al individuo para una productividad mayor o un éxito en el futuro”.

Normalmente, el mentor es una figura mayor, que, en cierta manera, sustituye al padre o ascendiente en las labores de preparación del tutelado, tanto personal como profesionalmente.

El mentor y su labor, la mentorización (mentoring), es especialmente útil en diferentes situaciones (Pérez Rodríguez, 2017)[2], por ejemplo:

  • en la contratación de nuevo personal joven,
  • en la incorporación de directivos cuando no han realizado formación reglada,
  • en los procesos de traslado del personal,
  • en la construcción de un equipo de trabajo,
  • en la conservación de la memoria de la organización,
  • en la reconstrucción de la confianza en la organización
  • en la aceleración de la transferencia del aprendizaje o
  • en el desarrollo de líderes.

En el ámbito de la empresa familiar, la mentorización es si cabe aún mas necesaria, en tanto en cuanto combina las dimensiones organizativas y personales en la transmisión de conocimientos y valores de una generación a la siguiente (Hill y Bahniuk, 1998[3]).

  1. En el ámbito organizativo, a través de la mentorización se permite mejorar los procesos de reclutamiento, selección, desarrollo de las personas, la comunicación de los valores organizativos y la cultura de la empresa a través de los procesos de sucesión y de planificación estratégica.
  2. En el ámbito individual, el mentor promueve la preparación del tutelado en capacidades y conocimientos generalmente tácitos, mejorando su actitud y el modo en que afrontar las situaciones.

El mentor constituye un puente entre el antecesor y el sucesor, entre el padre/madre y el hijo/a. Supone asumir una tarea que el antecesor no puede llevar a cabo con la diligencia y atención necesaria, al estar a cargo de demasiadas responsabilidades en el presente, en el día a día. Pero alguien debe encargarse de preparar el futuro y el futuro pasa por las personas.

Muchas cuestiones son relevantes en cuanto a las características del mentor, ya que no todos los mentores son iguales. Por ejemplo, hay que pensar bien qué relación debe tener el mentor y el tutelado, esto es, si el mentor debe formar parte o no de la familia, la edad adecuada del mentor, el grado de implicación en la empresa, la propia personalidad del mentor o la relación entre mentor y antecesor. Pero esto requiere de más tiempo. Prometemos volver a tratar estos temas.

[1] Shea, G. F., (1999): Making de most of being mentored: How to grow a men­toring partnership, Herts: Crisp Publications, Londres.

[2] Pérez Rodríguez, M. J. (2017): El papel del mentor en las empresas familiares. En “La empresa familiar: Análisis estratégico”, Ed. Deusto, p. 750

[3] Hill, S. K. y M. H. Bahniuk (1998): Promoting career success through mento­ring», Review of Business, vol. 19, núm. 3, pp. 4 y siguientes.

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