Las Empresas familiares de Andalucía
Ayer fue el día de Andalucía, lo que hace que sea un buen momento de recordar en este blog a las empresas familiares de nuestra comunidad.
Según las cifras generalmente aceptadas, derivadas del estudio sobre la empresa familiar en España del Instituto de la Empresa Familiar, en Andalucía, más del 90% de las empresas son familiares (en concreto el 91,9%). Esta cifra es superior en casi dos puntos a la media nacional, que se sitúa en el 89,8%.
En Andalucía, estas empresas familiares son responsables del 78,3% del valor agregado bruto de la Comunidad, variable disponible a la hora de estimar el PIB regional. Este valor es muy superior a la media española, que se queda en el 57,1%. Se trata, por tanto, de una aportación muy elevada, de entre las mayores de España, sólo superada por Galicia, Extremadura y Murcia.
Finalmente, respecto a la contribución al empleo privado, las empresas familiares de Andalucía alcanza el 83%, de nuevo muy por encima de la contribución de este tipo de empresas en la economía nacional que es del 66,7%, aunque en este caso, los valores se encuentran más en línea con muchas comunidades autónomas, aunque desde luego, en el grupo de cabeza por el empleo generado por las empresas familiares en España.
Pero estas empresas no son meros números. Tienen nombre, se dedican a actividades que generan empleo en personas concretas y son lideradas por familias que merecen el reconocimiento de todos los andaluces. En Almería destaca Consentino. En Cádiz, el mundo del vino es el protagonista, con empresas como Gonzalez-Byass u Osborne. En Córdoba, destaca el grupo PRASA o Alimentación Peninsular (familia Padillo). En Granada, empresas familiares como Miguel García Sánchez e Hijos SA o Aceites Sierra Sur. En Huelva podemos nombrar la Distribuidora de Mariscos Rodríguez, y en Jaén a Luis Piña. Málaga cuenta con firmas familiares como Mayoral o Costasol de Hipermercados y en Sevilla, Migasa, Persán, Herba, Iturri, Azvi, etc., entre las de mayor tamaño.
La mayoría de los andaluces apenas conocen a estas familias empresarias. ¿a cuantos de los empresarios mencionados es capaz de ponerle rostro? La cultura española y andaluza son más proclive a encumbrar a artistas que a empresarios. Pero todos son necesarios. Todas las administraciones y la sociedad en general reconocemos y apoyamos a los emprendedores y eso está bien. Pero los emprendedores deben ser capaces de convertirse en empresarios y de trascender a largo plazo, hasta ponerla a disposición de las siguientes generaciones, porque el objetivo de todos es la generación de valor a largo plazo. Sólo así podrá mejorar nuestro bienestar social. Nuestros apellidos no son tan glamurosos como los Ford, Mars, o los Hilton, pero necesitamos más Gallego (Migasa), Hernández (Herba), Contreras (Azvi), Martínez (Consentino), Domínguez de Gor (Mayoral), etc.
Reconozcamos la labor de las empresas familiares andaluzas también en la celebración del día de nuestra Comunidad.