¿Qué es (y qué no) una Empresa Familiar?
Para responder a esta cuestión hay que diferenciar entre la definición de empresa familiar en términos generales y en términos jurídicos.
Los párrafos siguientes se centran en el primer ámbito, esto es, en la delimitación de la empresa familiar como categoría, con independencia de la consideración jurídica del concepto que hace la legislación española y que analizaremos en otro momento.
Una empresa familiar es aquella que cumple tres características:
- la propiedad del capital está en manos de una persona o familia,
- Existe una implicación de los miembros de la familia propietaria en la empresa (trabajando, en la dirección o en el consejo de administración) y
- Deseo de continuidad, esto es, existe una vocación de trascender a la generación siguiente.
Sin embargo, cada una de estas tres características requiere de una reflexión, acompañada de un caso ejemplar, el de la compañía Osborne, cuyo consejero delegado, Ignacio Osborne Cólogan, preside actualmente el Instituto de la Empresa Familiar.
Respecto al control de la propiedad.
Éste debe medirse por los derechos de voto que tiene la familia propietaria y depende del grado de concentración de la propiedad. Así, en empresas en las que hay pocos accionistas, normalmente se exige que los miembros de la familia concentren más del 50% del capital. Sin embargo, en grandes empresas con un capital muy disperso (piénsese por ejemplo en las empresas que cotizan en bolsa), suele admitirse una cota inferior de derechos de voto, que ronda el 20% o el 25%, según el país. Por ejemplo, en el caso de Osborne, la empresa tiene aproximadamente 300 accionistas y todos pertenecen a la familia: ¿Se imagina un salón de actos lleno de familiares para hablar sobre el reparto de dividendos?
La implicación de la familia en la empresa.
Es un segundo requisito de la empresa familiar, ya que, sin éste, estaríamos hablando simplemente del patrimonio de una familia que se encuentra materializado en activos financieros, esto es, miembros de una familia que tienen acciones de una o más empresas. La implicación es necesaria y puede materializarse de muy distinta forma. En la mayoría de pequeñas empresas, el gerente o administrador único suele ser el propietario o uno de los miembros de la familia propietaria. En empresas más grandes y complejas, suele concentrase la participación de los familiares en el consejo de administración o en el equipo directivo. El actual consejo de administración de empresa está formado por 15 miembros de los que 14 de ellos llevan el apellido Osborne.
Finalmente, el deseo de continuidad.
Es el más difícil de identificar externamente, salvo en aquellos casos que ya lo han demostrado al haber realizado en el pasado algún proceso de relevo generacional. La incorporación de miembros de la generación siguiente es un indicador igualmente válido para medir este criterio. Sin embargo, el tipo de información que se requiere para medir el deseo de continuidad es más difícil de obtener. Osborne ha pasado por ocho presidentes, de generaciones diferentes y ya ha anunciado que el próximo año se realizará el siguiente relevo. Ignacio Osborne pasará a ser el noveno presidente de la compañía, y le sustituirá Fernando Terry Osborne como nuevo consejero delegado.
No todas las empresas familiares cumplen estos criterios como lo hace Osborne, que es un caso paradigmático. Si es usted empresario o directivo, puede preguntarse ¿hasta qué punto es familiar su empresa?