Tendencias de las grandes empresas familiares norteamericanas*
¿Que nos dice el último estudio de PwC?
Acaba de publicarse el último informe sobre la empresa familiar en Estados Unidos, elaborado por la consultora PwC. Dicho estudio, en el que han participado 160 compañías familiares** norteamericanas identifica tres grandes temas de interés: la necesidad de compatibilizar la visión a largo plazo y a corto plazo, el papel de la mujer en las empresas familiares y las perspectivas de futuro de estas empresas con vistas a la siguiente generación.
La visión a medio plazo (the missing middle)
Las empresas familiares han de ser capaces de hacer compatibles dos visiones necesarias para garantizar su futuro: (1) la visión emprendedora que le oriente a aprovechar las oportunidades de negocio que diariamente están apareciendo alrededor de sus actividades clave, y (2) la visión a largo plazo, basada en los valores que impregnan la compañía desde su fundación. Aunque los datos de la encuesta ponen de manifiesto que las empresas familiares están haciéndolo bien por el momento (dos tercios afirman que sus ingresos crecieron en el último año y casi todos esperan crecimiento en los próximos años), la gran pregunta es qué ocurrirá dentro de 10, 15, o 20 años, teniendo en cuenta que el 87% de las empresas dicen que pretenden alcanzar sus metas de crecimiento vendiendo los mismos productos y servicios, y sólo el 11% reconocen la intención de diversificar. Sólo un tercio de las empresas familiares admiten sentirse vulnerable a la amenaza de interrupción digital en el corto y mediano plazo. Esta constatación subraya la necesidad de que las empresas familiares pongan el foco en el missing middle en su perspectiva estratégica. Hacerlo les ayudará a prosperar en el largo plazo, y más crucialmente, les permiten sobrevivir en el corto plazo.
El gap de género
Un segundo aspecto que destaca el informe es la necesidad de seguir trabajando en el gap de género. Sólo un 10 % de las empresas están lideradas por mujeres. Esta cifra es más elevada que en las grandes empresas no familiares (según Fortune 1000 y otros listados similares), pero sigue siendo muy insatisfactoria. Un 64% afirma que en la próxima generación hombre y mujeres tendrán el mismo tratamiento, pero los datos muestran que, en la actualidad no es así.
El reto del relevo generacional
Menos empresas familiares tienen planes de pasar el negocio a la siguiente generación. Del 17% de las empresas que prevén un cambio de propiedad en los próximos cinco años, solo el 52% tiene previsto mantener el negocio en la familia (hace dos años esta cifra alcanzaba el 74). Se observa la misma tendencia a la baja entre las empresas que contemplan el cambio de propiedad en el futuro (más allá de cinco años a partir de ahora), de forma el 69% prevé mantener el negocio en la familia, frente al 79% de hace dos años.
También desciende el número de compañías que mantendrán propiedad y dirección familiar en los próximos cinco años (41% frente al 48% hace dos años). Y solo el 11% están planeando mantener la propiedad y dejar la gestión a profesionales externos. En esta última encuesta, casi un tercio de las empresas encuestadas afirman que buscarán compradores fuera de la familia, frente al 19% hace dos años.
Aunque el 91% de las empresas familiares de hoy en día pertenecen y son administradas por la familia, sólo la mitad dice que los sucesores de los altos cargos principales serán miembros de la familia. La mayoría de las empresas familiares (61%) asumen que contratarán a gerentes profesionales externos en los próximos cinco años.
Pincha aquí para leer el informe.
* Este informe PwC está realizado sobre 160 grandes compañías familiares de los Estados Unidos. Se realiza con periodicidad bi-anual (desde 2002), y forma parte de un proyecto global que incluye 2.800 compañías familiares de 50 países. Las encuestas se realizaron entre mayo y agosto de 2016.
**Para los propósitos de este estudio, una empresa familiar se define como aquella en la que (1) la mayoría de los votos están en posesión de la persona que estableció o adquirió la empresa (o por sus cónyuges, padres, hijos o herederos directos) y (2) al menos un representante de la familia participa en la gestión o administración de la empresa.