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Feb

Bacardí hizo famosa a Cuba

Con más de 150 años de historia, es la marca de ron más popular del mundo. Pese a abandonar Cuba tras el advenimiento de Castro, sus lazos familiares con la isla son claros.

El elemento más singular en una botella de ron Bacardí es la peculiar efigie en la cúspide de la etiqueta: un agresivo murciélago negro rodeado por un círculo rojo. Una imagen radical para una marca popular que refleja los humildes orígenes cubanos de la compañía. Santiago de Cuba era una pequeña ciudad llena de vendedores, esclavos y comerciantes, y el ron casero de Don Facundo se vendía en barriles reciclados de aceite de oliva que venían con la imagen de un murciélago en su sello de lacre. A medida que el ron Bacardí ganaba popularidad, algunos clientes se referían a él como “el ron del murciélago”. La asociación de imagen funcionó.

 

JUAN PARRA

A la izquierda, oficinas de la empresa en Santiago de Cuba, en 1950. A la derecha, Facundo Bacardí Moreau en un viaje a Europa; fue el primer maestro mezclador de la compañía Bacardí y aprendió su arte al lado de su padre.
A la izquierda, oficinas de la empresa en Santiago de Cuba, en 1950. A la derecha, Facundo Bacardí Moreau en un viaje a Europa; fue el primer maestro mezclador de la compañía Bacardí y aprendió su arte al lado de su padre.

 

El ron de Don Facundo

Facundo Bacardí Massó (Sitges, Barcelona, 1814) emigró a Cuba a los 15 años siguiendo los pasos de sus hermanos. Tras obsesionarse con el proceso de destilación del ron, en 1852 comenzó a experimentar para obtener un licor más ligero y seco que sus contemporáneos y adquirió una antigua destilería en Santiago. El 4 de febrero de 1862 fundó la empresa Bacardí, pionera del ron cubano. Sus hijos se involucraron en el negocio familiar hasta hacer del ron Bacardí la bebida favorita de la isla a la vez que se implicaron activamente en el proceso revolucionario que terminó por convertir a Cuba en nación.

GENTLEMAN

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LA EVOLUCIÓN DE UNA LEYENDA

Desde sus primeras botellas comerciales, y sin perder el clásico símbolo del murciélago, el ron Bacardí ha evolucionado sensiblemente. En 1909, el Daiquiri Bacardí parte desde Cuba hacia ciudades de todo el mundo. A mediados de los años ‘30, los motivos de la etiqueta permanecen casi idénticos, para cambiar radicalmente al filo de la revolución castrista y estilizar sus botellas y etiquetas en tonos más claros y cálidos.

Emilio Bacardí, hijo de don Facundo, pasó gran parte de su vida conspirando contra la dominación española y terminó siendo el primer alcalde de Santiago de Cuba. Patriotas cubanos hasta la médula (su hijo Facundito Bacardí participó militarmente en la Guerra de Independencia de Cuba), las primeras generaciones de Bacardí consolidaron y expandieron la empresa en los años difíciles de la guerra y la ulterior dominación americana, hasta asociar su ron al popular dicho, que entonces derivaba de un cartel publicitario: “Ron Bacardí, el que a Cuba ha hecho famosa”. No en vano, los años de la prohibición en Estados Unidos fueron una de las oportunidades de oro para el ron cubano, con La Habana convertida en Las Vegas del Caribe, un paraíso de alcohol y desenfreno para los turistas americanos.

Tanques de fermentación en la destilería de Bacardí en México.
Tanques de fermentación en la destilería de Bacardí en México.

El exilio

En sus operaciones expansivas, los Bacardí terminaron por comprar destilerías fuera de Cuba y comenzaron a asentar parte del negocio en Puerto Rico. En la década de los ‘50, bajo la dictadura de Batista, los Bacardí simpatizaban con los esfuerzos por derrocar a su gobierno. Al triunfar la revolución castrista, Pepín Bosch, presidente de Bacardí, le dio a Fidel el beneficio de la duda.

Emilio Bacardí y su esposa, Elvira Cape, con sus hijos, esposas y nietos, en su residencia Villa Elvira, en Santiago de Cuba.
Emilio Bacardí y su esposa, Elvira Cape, con sus hijos, esposas y nietos, en su residencia Villa Elvira, en Santiago de Cuba.

 

Pero Castro se proponía implementar cambios económicos y políticos radicales en la isla y en 1960 terminó por expropiar el negocio de ron de la familia y todas sus propiedades. Por muy patriotas que fuesen, los Bacardí eran capitalistas. Un duro golpe que supondría el abandono de Cuba de toda la familia y la reorganización del negocio a través de sus operaciones en Puerto Rico y México. En el exilio, los Bacardí asumieron un destacado liderazgo en la oposición anticastrista.

Oficinas en la década de 1930.
Oficinas en la década de 1930.

 

Ya como ron “fabricado en Puerto Rico”, Bacardí ha continuado como saga familiar fuera de Cuba, expandiendo su negocio hacia nuevos productos, como Martini & Rossi, el vodka Grey Goose, el whisky Dewar’s o la ginebra Bombay Sapphire, permaneciendo como una empresa familiar que no olvida sus raíces cubanas y mira a La Habana con nostalgia y esperanza.

A la izquierda, Juan Grau, ingeniero químico de Bacardí (y compañero de clase de Fidel Castro). Justo debajo, Ronald Reagan homenajea a Mas Canosa, dirigente del exilio cubano en EE UU y amigo de los Bacardí. A la derecha, toneleros.
A la izquierda, Juan Grau, ingeniero químico de Bacardí (y compañero de clase de Fidel Castro). Justo debajo, Ronald Reagan homenajea a Mas Canosa, dirigente del exilio cubano en EE UU y amigo de los Bacardí. A la derecha, toneleros.

 

FUENTE: El Confidencial

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