Donatella Versace vende la marca por 1.830 millones, pero será directora creativa
La heredera, tras el asesinato de su hermano, ha sabido defender el prestigio de una marca que pasó por serios apuros. Al final ha vendido a Michael Kors, pero se queda en la empresa
Una vez Donatella Versace dijo sobre su hermano Gianni, el fundador de la conocida marca de lujo: “Siempre hubo desencuentros entre nosotros, pero era bueno. Estoy convencida de que las mejores cosas nacen de momentos de tensión: la realidad es que estábamos siempre pensando en el futuro, siempre buscando cosas nuevas y con frecuencia había discusiones sobre cómo interpretarlo”.
Era el año 1998 y, en medio de la apoteosis, Donatella intentaba mantener a flote el genio excéntrico de la marca más rebelde de la moda italiana, después del homicidio del talentoso diseñador en Estados Unidos.
Resulta paradójico que sea ese el mismo país en el cual ahora, si el grupo estadounidense Michael Kors ultima la compra de Versace, la marca encontrará su nuevo hogar. Coste de la operación de adquisición:2.000 millones de dólares (1.700 millones de euros), según ha adelantado la prensa italiana y es posible que sea confirmado esta misma semana.
El asesinato del modista siciliano en Estados Unidos marcó un antes y un después en la vida de su familia y de su empresa. Ocurrió el 15 de julio de 1997, cuando un joven ‘chapero’, llamado Andrew Cunanan, le pegó dos tiros a Gianni en la puerta de su villa en Miami. Nunca se supo con exactitud por qué, ni tampoco qué relación habían mantenido ambos. Pero sí que, desde entonces, a Donatella le tocó resistir y vencer.
No fue fácil y no todo fue color de rosa. Muchos pensaron que ella nunca lograría mantener el nivel de su hermano y en 2004 la empresa incluso estuvo a punto de caer en la bancarrota, sumergida en unas deudas de 118 millones de euros. Unas críticas ante las cuales Donatella se defendió con determinación en numerosas entrevistas en las que sostuvo que, en verdad, había sido ella quien había administrado la empresa en los últimos dos años de vida de su hermano.
“Estuvo muy enfermo antes de morir. Tenía cáncer de oído. Mientras duró el tratamiento yo estuve dirigiendo la empresa. Le consultaba todo, claro. Pero fue como un entrenamiento. Seis meses después de que el doctor le confirmase que estaba curado, lo mataron. Fue horrible”, llegó a decir Donatella en una ocasión sin que nadie supiese si aquello era cierto.
Donatella, la nueva reina
Sea como fuere, fue el propio Gianni quien quiso que la compañía que había fundado se quedara en manos de su hermana. Lo hizo nombrando en su testamento como heredera a Allegra, su sobrina favorita e hija de Donatella. Al tener menos de 18 años en el momento de la muerte de Gianni, la administración de la empresa quedó en manos de la hermana del difunto diseñador. En cambio, a Santo, el otro hermano, le asignó el puesto de director general, algo que lo dejó en una posición menos visible.
Fue el coraje de Donatella lo que, en todo caso, le permitió sobrevivir. Al borde del abismo, admitió públicamente que era una consumidora de cocaína e ingresó ese mismo 2004 en una clinica de rehabilitación en Arizona. Ya recuperada, contrató como directivo para su empresa a uno de los hombres que había llevado al éxito a una marca rival, Fendi. Ese hombre era Giancarlo di Risio. Y con él, la empresa Versace volvió a estar entre las grandes del mundo de la moda.
En 2009 Donatella fichó a Gian Giacomo Ferraris, antiguo responsable de la sección de prêt-à-porter de la empresa Gucci. Él fue quien reorganizó definitivamente la empresa, duplicando su tamaño y alejando a la marca del modelo de empresa familiar. Tanto así que, en 2014, el grupo inmobiliario Blackstone, uno de los inversores más poderosos del mundo, adquirió un 20% de la compañía por 1.000 millones de euros. Mientras, la compañía ya se había recuperado y Donatella vestía a personalidades de la talla de Michelle Obama, Lady Gaga, Naomi Campbell y Bella Hadid.
Posteriormente, Ferraris fue remplazado en 2016 por el británico Jonathan Akeroyd, antiguo directivo de Alexander McQueen y quien todavía ocupa hoy el puesto de presidente ejecutivo del grupo Versace. “Contratarlo ha sido la mejor decisión que he tomado. Nunca me dice que no. Es británico y tiene una visión más internacional del mundo”, ha dicho de él Donatella. Ese mismo año, el grupo italiano obtuvo unos beneficios de 686 millones de euros.
Eso sí, con los años Donatella ha ampliado sus intereses, sin olvidar su pasado. En 2017, homenajeó la figura de Gianni por el 20º aniversario de su muerte, con una ceremonia en la que exhibió lo mejor de sus colecciones, símbolo de la opulencia y sensualidad de los Versace. Y también la famosa diseñadora empezó a dedicarse al activismo, en particular a favor de los derechos de las mujeres y la comunidad LGTB. «Hoy en día hay que posicionarse, porque ser neutral y que te dé igual es lo mismo”, dijo para justificarse.
La adaptación televisiva
Eso sí, Donatella nunca ha dejado de defender la visión que tiene de su hermano y cómo alcanzó la gloria. Tanto es así que cuando este año se estrenó la miniserie estadounidense ‘American Crime Story’, no dudó ni un instante en hacer saber que la familia no compartía el relato hecho por los productores.
“La compañía productora asegura que se basa en un libro de Maureen Orth, pero ese mismo libro está lleno de cotilleo y especulación. Orth nunca recibió información de la familia Versace y no tenía la base que asegura tener sobre la vida íntima y personal de Gianni Versace y otros miembros de su familia”, aseguró la familia, en enero pasado. “En su esfuerzo por crear una historia sensacionalista, [la miniserie] presenta testimonios del boca-oído que están llenos de contradicciones”, añadió.
Quién sabe si ahora Donatella compartirá el relato de los nuevos dueños de su marca o incluso si seguirá manteniendo un papel dentro de la compañía.