El sueño olivarero del hombre que forjó al líder global de las tripas de cerdo
Fernando Ruiz está relanzando una de las mayores fincas de olivar de Jaén
Su historia es desconocida, a pesar de que ha sido uno de los pocos andaluces que ha logrado configurar un conglomerado empresarial que lideraba su sector a nivel mundial. Jamás ha concedido una entrevista y rara vez se ha publicado su fotografía en un periódico. Fernando Ruiz Catena es el nombre del empresario que está detrás de la forja de Teeuwissen, un holding con 42 empresas repartidas por los cinco continentes con las que dominaba el negocio de la elaboración de tripas para embutidos, además de encabezar las ventas en Europa en carne deshuesada y producir materias primas para el negocio farmacéutico a partir de los subproductos del cerdo (como la heparina).
En 2016 su trayectoria vivió un punto de inflexión, cuando tras vender sus acciones en este gigante cárnico decide adquirir una de las mayores fincas de olivar de Jaén: seiscientas hectáreas de regadío desde las que se contemplan las cumbres blancas de Sierra Nevada, a muy pocos kilómetros de su casa en Baeza. Ha creado así la marca FR para embotellar el aceite de la finca La Rueda Casa Baja en envases de lujo y retomar la conquista de mercados internacionales como el asiático.
¿Cómo comienza esta peripecia? «Mi padre trabajaba en un pequeño matadero, mientras que mi hermano Alfonso y yo —que con 18 años acababa de terminar la mili— abrimos un almacén para vender especias y preparados cárnicos para los fabricantes de embutidos, así constituimos Familia Ruiz Sl», rememora. Todo empieza en 1987, con una pequeña nave y una furgoneta. A los tres años vive un durísimo revés, cuando su hermano Alfonso, su socio inseparable, fallece en un accidente de tráfico. Poco después su padre y su hermano Félix se unen a su empresa.