Fermupe
28
Mar

Fermupe exporta sus máquinas de limpieza de plantas solares

Esta empresa familiar sevillana, con fábrica propia en Fuentes de Andalucía, ha comenzado su carrera internacional con un primer pedido para Israel

Fermupe es una superviviente de la crisis del ladrillo gracias a una gran flexibilidad para adaptarse a las oportunidades que se han cruzado en su camino. De cómo empezó esta empresa familiar de Fuentes de Andalucía, hace ya 25 años, a cómo es ahora, hay una evolución en la que el ingenio ha sido el factor principal.

Contando la historia al revés, podemos empezar por su último gran logro: la venta a Israel de cuatro máquinas de limpieza de plantas termosolares, su primer pedido de exportación. La empresa de la familia Fernández de Peñaranda diseña y fabrica esta tecnología, que hasta ahora solo se destinaba a dar servicios de mantenimiento a los principales operadores del sector termosolar en España. «A partir de esta primera venta se nos abren muchas posibilidades en países como Arabia Saudí, Chile o Sudáfrica. Nosotros trabajamos con todos los constructores españoles de campos termosolares, como Acciona, Cobra, Abengoa, TSK o Sener, que nos están abriendo el camino al exterior», explica Marcos Fernández de Peñaranda. Junto a sus hermanos, Francisco y María del Carmen, representa a la segunda generación de la empresa familiar.

Su padre y fundador de la compañía, Alfonso Fernández de Peñaranda, había empezado como autónomo con un negocio de repuestos industriales, hasta que en 1992 llegó la Expo 92 y se hizo el desdoblamiento de la carretera Nacional IV a su paso por Fuentes de Andalucía. De esta obra surgió una oportunidad: el vallado de la nueva autovía. El negocio se reconvirtió a la fabricación de vallas móviles de obras y cerramientos y en 1993, con este nuevo impulso, se constituyó Fermupe como sociedad mercantil. La firma empezó alquilando las vallas, también para eventos como la Semana Santa y la Feria de Sevilla, hasta que, al calor del boom de la construcción, la demanda se disparó y empezó también a vendérselas a los clientes.

«En 2003 nos cambiamos a unas instalaciones de mayor capacidad y entramos en la fabricación de productos de seguridad colectiva para la construcción», recuerda el empresario. Todo iba viento en popa hasta que llegó «el dichoso año 2008». La crisis segó la trayectoria de Fermupe, pero pronto se abrió una nueva puerta: «Se instaló frente a nosotros una planta solar y nos contrataron como auxiliares de obra. De ahí surgió la idea de cubrir una necesidad, la limpieza de los espejos parabólicos, y así fue como en 2010 fabricamos la primera máquina».

Hoy Fermupe cubre todo el mapa termosolar en España, factura 2,5 millones y está ya diseñando un nuevo vehículo para limpieza de parques fotovoltaicos.

Fuente: ABCSevilla

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