Impuestos de sucesiones: Frente común contra la desventaja de heredar en Andalucía
Decenas de afectados en esta Comunidad constituyen la Asociación contra el Impuesto de Sucesiones
La cruzada judicial iniciada por un médico gaditano contra la discriminación fiscal en el impuesto de sucesiones ha sido la espoleta que ha hecho estallar la conciencia colectiva. Con el descontento en plena ebullición, decenas de afectados han comenzado a organizarse. Les une el sentimiento común de agravio comparativo que representa que un andaluz tenga que pagar cien veces más impuestos que un madrileño por aceptar la misma herencia de un familiar fallecido.
Tomando por bandera el artículo 14 de la Constitución Española, que proclama la igualdad de todos los españoles ante la ley, lo que nació como un movimiento espontáneo, que encontró en las redes sociales y en Internet sus principales canales de expresión, cuenta desde ayer con una estructura. Contribuyentes de todos los rincones de la Comunidad, reunidos este fin de semana en Sevilla, han constituido la Asociación contra el Impuesto de Sucesiones en Andalucía.
Al Ejecutivo socialista le ha surgido una nueva marea contra la gestión de este tributo cedido a las comunidades autónomas. Miles de familias se han visto obligadas a endeudarse para pagar o a malvender los inmuebles que reciben para obtener liquidez. Su efecto más inmediato ha sido un crecimiento exponencial de las renuncias de herencias durante la crisis. En los últimos tres años ha habido 19.320 desestimientos en Andalucía, según los datos del Consejo General del Notariado.
Fijar un tipo
La gran disparidad fiscal, que enerva los ánimos de los afectados, ha irrumpido de lleno en la agenda de la Conferencia de Presidentes celebrada el pasado martes. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, y otras autonomías gobernadas por el PSOE —acuerdo del que se ha descolgado la balear Francina Armengol— han planteado fijar un tipo mínimo en los impuestos cedidos en todo el territorio español. La mandataria andaluza quiere poner puertas al éxodo de contribuyentes que han hecho las maletas y han establecido su residencia en otras regiones con una tributación más atractiva como Madrid, huyendo de la desventaja de heredar en Andalucía. Un éxodo fiscal constatado por notarios y expertos en Derecho Tributario.
La factura fiscal que se paga por aceptar una herencia ha sido una pesada losa que ha atrapado a miles de familias. Al amargo trago de prepararse para la pérdida de un ser querido se une el trámite del impuesto de sucesiones y donaciones, un tributo que gestiona cada Comunidad y que en Andalucía es más elevado que en la mayoría de regiones. La consecuencia ha sido un crecimiento exponencial de las renuncias de herencias durante la crisis. En los últimos tres años ha habido 19.320 desestimientos en Andalucía, según los datos del Consejo General del Notariado.
La reforma no basta
Hasta hace unos meses, un soltero de 30 años que heredaba bienes de su padre por un valor de 800.000 euros, de los que 200.000 corresponden al valor de la vivienda del fallecido, tenía que abonarle 164.049 euros a la Consejería de Hacienda por aceptar la herencia. Una reforma que ha entrado en vigor en enero ha elevado el límite exento de tributación en los casos de viviendas familiares de los 175.000 a 250.000 euros. A sólo 10 kilómetros al norte de la provincia de Córdoba, en Almadén, uno de los primeros pueblos de Ciudad Real, ese mismo contribuyente sólo habría pagado 7.939 euros por asumir esta herencia de su padre.
Al margen de los derroteros que tome este debate, la crudeza de algunos testimonios de familias afectadas admite pocos paliativos. Son los casos de Francisco, un joven de 23 años al que una herencia le puede llevar a perder la casa donde vive con sus padres, o de Alejandro, que libra su particular guerra en los tribunales para preservar el patrimonio que dejó su padre. Todos ellos tienen una historia que contar.
FUENTE: SEVILLA.ABC