La empresa familiar busca profesionales para expandirse
La internacionalización y la ampliación de su estructura son dos de los principales retos de estas compañías
Si la mayoría de las empresas en nuestro país –casi el 90%- son de tipo familiar y esta clase de empresas genera, dentro del sector privado, casi el 60% del valor añadido bruto y cerca del 70% de los empleos, es seguro que, a lo largo de su carrera, un profesional del mundo de la empresa trabajará para una empresa familiar o, al menos, tratará con alguna de ellas.
Conviene prestar atención a la empresa familiar, a su situación actual y a sus expectativas de futuro. Durante los años de la crisis este tipo de empresas fueron uno de los últimos bastiones del empleo privado, ya que prefirieron renunciar a facturación a cambio de mantener puestos de trabajo, y tras esta resistencia a la adversidad parece llegado el momento de pensar en el crecimiento y la expansión.
Según el director general del Instituto de Empresa Familiar y director del máster en Dirección y Gestión de la Empresa Familiar que imparten la UAO CEU y la UOC, Juan Corona, dos son los principales desafíos/oportunidades que tienen ante sí las empresas familiares. El primero de ellos es la internacionalización y el segundo es la ampliación de su estructura, ya que la empresa familiar española aún tiende a ser de tamaño reducido, cosa que, por ejemplo, la diferencia de sus homólogas alemanas.
Estos dos grandes retos sólo pueden acometerse desde el suelo firme de una estructura bien gestionada y que tenga garantizada la estabilidad y la continuidad. En estos aspectos, las empresas familiares presentan una mayor complejidad, por el hecho de tener que combinar el sujeto ‘familia’ con la estructura ‘empresa’. En este punto queda mucho camino por recorrer, se necesitan gestores capaces de entender la particularidad inherente de una empresa familiar y que conozcan los mecanismos adecuados para integrar participación familiar y gestión eficiente. Además, se requieren personas capaces de implementar los protocolos que aseguren un buen relevo generacional, que es uno de los momentos más críticos para la supervivencia de una empresa familiar. En definitiva, la empresa familiar ofrece oportunidades y recorrido para aquellos profesionales que estén a la altura de su singularidad e importancia.
Fuente: La Vanguardia