La nueva dirección lava la cara a Freixenet para mejorar las ofertas de los inversores
14
Mar

La nueva dirección lava la cara a Freixenet para mejorar las ofertas de los inversores

Está ultimando un plan de ahorre de costes y racionalización del grupo que supone estudiar la venta de filiales y otras medidas que ayuden a mejorar la rentabilidad de la marca

A la novia la están peinando. El nuevo equipo directivo de Freixenet está preparando un plan estratégico para hacer del líder español fabricante de cava una empresa más atractiva cara a futuros inversores que podrían entrar en el capital después del verano. Entre otros objetivos, el plan quiere reducir costes en un 2%, lo que supondrá ahorrar más de 12 millones al año, según han explicado fuentes conocedoras de los entresijos de la compañía vitivinícola.
El plan se ha encargado a Eudaldo Bonet, uno de los hermanos Bonet, y está previsto que se presente al consejo para su aprobación el próximo 30 de abril, cuando la compañía cierra su ejercicio correspondiente a 2016. Portavoces de Freixenet han declinado hacer declaraciones.
La elaboración de dicho plan coincide con los intentos de algunos grupos para entrar en el capital de Freixenet. Los alemanes de Henkell & Co, que ha presentado una oferta no vinculante, y los franceses de Vranken Pommery o los japoneses de Suntory, que ha mostrado interés por entrar en el grupo. En esencia, el nuevo plan estratégico espera mejorar la rentabilidad del grupo y facilitar a los actuales socios pedir más dinero por la operación.

La nueva dirección lava la cara a Freixenet para mejorar las ofertas de los inversores

Además del ahorro de costes, el plan estratégico tiene otros ejes de actuación. Entre esos puntos se encuentra refinanciar la deuda para reducir los costes financieros y potenciar la facturación.
También se estudia vender alguna filial extranjera por su baja rentabilidad, en lugar de la tendencia en las últimas décadas de únicamente llevar a cabo adquisiciones. Por eso se han encargado auditorías para todas las filiales del grupo Freixenet. Estas desinversiones servirían además para reducir la deuda del grupo que alcanza los 325 millones.

Los Hevia serían favorables a la operación en Francia, pero los Ferrer son más partidarios de desprenderse de alguna filial española.

Enrique Hevia, que ahora se ha convertido en el hombre fuerte de Freixenet, quiere volver a poner sobre la mesa la venta de la empresa de vino de Burdeos, Yvon Mau, que ya se intentó sin éxito en 2013. Fuentes financieras calculan que por esa filial se podrían obtener entre 25 y 30 millones.
Sin embargo, no hay acuerdo entre las familias al respecto. Los Hevia serían favorables a la operación en Francia, pero en cambio los Ferrer son más partidarios de desprenderse de alguna filial española, como las bodegas que tienen en Cariñena o Rueda. En todo caso, para algunos puntos del plan estratégico, como la venta de filiales, hace falta una mayoría reforzada, según los estatutos, con lo que los Bonet y los Hevia no podrían decidirlo en solitario.

Paquetes familiares

El capital de Freixenet está muy repartido entre tres ramas familiares. Los principales socios son los Ferrer, pero solo llegan al 42%. José Ferrer, el presidente de honor, y su hijo Pedro Ferrer, habían controlado la gestión hasta ahora. Pero a partir de que empezó a caer la rentabilidad del grupo, los Hevia, con el 29%, y una parte de los Bonet (otro 29%) quisieron hacer líquidas sus participaciones. Como la sociedad no cotiza en bolsa, la alternativa pasa por buscar socios inversores.

Después de un año, los alemanes ahora quieren empezar a concretar pero se encuentran con que son los miembros de la familia los que dan largas.

Henkell & Co lleva casi un año intentando entrar en el capital. Pero los tira y afloja entre las diversas ramas familiares han retrasado la negociación. En el último pulso, se ha desplazado a Pedro Ferrer como consejero delegado a favor de un triunvirato que ahora lidera Enrique Hevia, que además ocupa la dirección financiera.
Por ahora, Henkell & Co lleva ventaja, pero esta podría desaparecer si alguno de los otros candidatos también presenta una oferta vinculante. La semana que viene en París representantes de Freixenet se reunirán con Vranken Pommery para ver si los franceses se suman a la subasta, según explican fuentes conocedoras de las negociaciones. Como el plan estratégico, todo movimientos para que Henkell mejore su propuesta que solo valora Freixenet en 500 millones.

La nueva dirección lava la cara a Freixenet para mejorar las ofertas de los inversores

Presión de los alemanes

Tras este año de espera, Henkell & Co está intentando forzar una reunión con la nueva dirección para acelerar su entrada. Pero los catalanes están dando largas, según fuentes del sector alimentario conocedoras de los contactos entre ambas empresas. Entre otras razones por que si se pone en marcha el plan estratégico la empresa valdrá más.

FUENTE: El Confidencial

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