Petaca Chico, el atún de Cádiz que se hizo global… y ahora se devora en España
La firma familiar está interesada en pujar por la que sería la quinta almadraba de Cádiz, al tiempo que lanza su marca propia ante el auge del consumo nacional: casi la mitad del atún se queda aquí
Petaca Chico no tiene nada de pequeño. La compañía de captura y comercialización de productos del mar es una de las primeras ‘multinacionales’ españolas de la pesca de atún en almadrabas propias, tras tres décadas de trayectoria liderada por los tres hermanos propietarios y originarios de Conil de la Frontera (Cádiz). El nombre, que procede del mote que tenía su padre en Conil, esconde una realidad que se inició como comercializadora de pescado y que desde el inicio del siglo da el salto mediante la toma de control de la almadraba de Barbate (2003) y llegar a Marruecos (2001).
Hoy, en alianza con el igualmente potente grupo pesquero murciano Ricardo Fuentes, controla dos almadrabas más en Portugal (en Olhao, pleno Algarve) y otra en Marruecos (cerca de Cabo Espartel). Y quiere más, pero eso depende de la regulación internacional para la captura de este pescado. Ambas firmas han formado parte de la treintena investigada por un caso de fraude en la comercialización de atún(sobre todo en el Mediterráneo), aunque Petaca no sufrió ninguna detención ni vio interrumpido su trabajo.
«Si no hay más cuota de atún, no es rentable instalar más almadrabas en España. Tenemos 4, en Marruecos hay 18. Creo que el futuro de las cuotas pasa por su aumento más allá del año 2020. Tras la campaña de este año, que ha sido muy buena, espero que pasemos de la fase de recuperación de la especie a la fase de gestión, en la que sigamos controlando la captura para no volver a la situación anterior», resume Juan De Dios Muñoz, consejero delegado del grupo al igual que sus hermanos Pedro y José. Y apunta además otra razón puramente natural para aumentar el número de caputras permitidas: «Si hay más atún y no se pesca habrá menos sardina y menos caballa, de lo que se alimenta».
La cuota para esta campaña de 2018 se situó en 28.000 toneladas para todo el atún rojo en el mundo, de las que a España corresponden 5.000 toneladas. Las limitaciones a la pesca se establecieron en 2006, cuando se redujo drásticamente la captura -para permitir la supervivenvia de la especie- hasta las 12.600 toneladas. En estos doce años no solo se ha recuperado la especie, sino que según el directivo andaluz se ha potenciado mucho el consumo del atún en España mediante campañas promocionales. «No me sorpende que hoy casi el 40% de todo lo que se pesca se quede aquí, y en uno o dos años será el 50%. Al principio, a inicios de siglo, el 95% se exportaba a Japón fundamentalmente», resume Muñoz.
Es por esto por lo que la compañía, inmersa en un plan de inversión de casi 6 millones para ampliar sus instalaciones en Conil y también en la zona franca de Cádiz mediante un gran almacén frigorífico, acaba de lanzar su marca propia, Petaca Chico. Solo para atún rojo de almadraba. Desde hace una década hacen marca blanca y desde final del pasado año ha empezado a distribuir sus latas de conserva a nivel provincial. «Ya estamos negociando acuerdos más amplios con cadenas de supermercados, queremos llegar al consumidor final», resume.
Atunes en el interior de una almadraba. (Foto: Petaca Chico
¿Una quinta almadraba en la costa gaditana?
Petaca Chico y su socio murciano, la citada Ricardo Fuentes e Hijos, controlan la sociedad Pesquerías de Almadraba. Con este vehículo es con el que optarían a la concesión de la almadraba que antiguamente se instalaba en la zona de Sancti Petri (Chiclana de la Frontera, pegado a Conil). Estas artes de pesca, que se estima que usaron por primera vez los fenicios hace tres mil años, se instalan seis meses y luego se retiran para su reparación y para evitar su deterioro durante los temporales del invierno. «Se habla de que Chiclana podría sacar a concurso esa nueva almadraba, normalmente son concesiones por 30 años, con renovaciones cada diez años», explica.
Los planes de crecimiento geográfico, más allá del atún ya que también trabaja el pulpo, el bonito y la compraventa de producto fresco en lonjas y barcos, pasan por Estados Unidos, Europa y, si fuera posible, más en África. «Tenemos la certificación de la FDA americana, el organismo de control de alimentos, y queremos entrar allí con el pulpo. También necesitaríamos tener presencia física en Europa del Este, quizá en Polonia. Y en África, además de Marruecos donde tenemos cuatro buques palangreros de anzuelo además de la almadraba, pues nos gustaría entrar en Mauritania pero nos frena la inseguridad».
Con esta pequeña flota, Petaca Chico se asegura la disponibilidad de producto de determinadas especies, pero con ella solo cubren el 1-2% de todo el volumen que comercializan. El 60% de su negocio procede de los túnidos, ya sea atún rojo, atún de aleta amarilla o pez espada. La comercializadora de pescado facturó 52 millones el pasado año, procediendo el 40% del mercado internacional. Tras este amplio crecimiento en los países vecinos con esas tres almadrabas, y mediante la entrada en mercados exteriores, ahora el grupo controlado por los tres hermanos Muñoz Brenes está centrado en reforzar su estructura productiva y logística en la provincia de Cádiz y en entrar en segmentos de mayor valor como marca propia.
