El primer bombón de España fue de Chocolates Trapa
El origen de Trapa, que perteneció a la familia Ruiz Mateos, se remonta a 1891.
El origen del bombón se remonta al siglo XVIII, cuando el pastelero de Luis XIV (el llamado Rey Sol), en una de las peticiones del monarca elaboró unas frutillas bañadas en chocolate. Cuando este las degustó, exclamó bon, bon (bueno, bueno) señalando su aprobación ante el manjar. De ahí el nombre.
A diciembre de 1891 se remonta el origen de Chocolates Trapa, cuando un grupo de monjes se instala en el monasterio trapense de San Isidoro, situado en la localidad de San Isidro de Dueñas (Palencia), que más tarde pasó a ser conocido popularmente como La Trapa. Es el escenario de la primera fábrica de chocolate. La empresa como tal fue constituida en 1964 en la misma localidad, una vez que la comunidad cisterciense decidiera desprenderse de la fábrica, con todas sus antiguas fórmulas de elaboración y tratamiento del cacao.
En 1969 comienzan, con el deseo de adaptarse a los nuevos mercados, a elaborar bombones. Para ello, se establece un acuerdo con la firma italiana Società Alemagna de Milán, para preparar uno de los productos estrella de la marca, Bombonísimos. Desde entonces, los cortados de Trapa, elaborados con dos finas capas de praliné y chocolate acompañados de crujientes trocitos de avellana, se convierten en un icono.
En 1982, Chocolates Trapa pasa a manos de un nuevo propietario, el grupo Rumasa, liderado por el controvertido empresario José María Ruiz Mateos, cuya empresa fue expropiada un año después por el Gobierno de Felipe González. Una década más tarde, en 1992, Trapa vuelve a ser adquirida por Nueva Rumasa, que al año siguiente modernizó las instalaciones y amplió la gama de productos. En 2000 comenzó a diversificar y entró en un nuevo sector, el de la miel. Para ello se construyó una fábrica de miel con los últimos avances en maquinaria.
Seis años más tarde se hizo un cambio de imagen, en colaboración con el Instituto Dym, en los estuches de los bombones, y se destinaron tres millones de euros a la publicidad de esta iniciativa. Tambiénse invirtieron 15 millones de euros en la ampliación de la fábrica y almacenes de Palencia, dotándola de la última tecnología, con el fin de ganar en competitividad. En 2010 se hace otra nueva inversión, en esta ocasión de dos millones de euros, para hacer una puesta a punto innovando tanto en imagen como en calidad y diversidad de producto.
A pesar de ello, Trapa fue arrastrada por la crisis y los líos financieros de la familia Ruiz Mateos. La chocolatera, debido a estas dificultades, se acogió a la Ley Concursal a mediados de 2011. Hace tres años fue adquirida por el grupo Europraliné, formada por la familia Fernández Calvo y Lacasa, fundada hace más de 150 años en Jaca (Huesca) y centrada desde sus orígenes en la producción de chocolate. En el mes de junio de ese año, Lacasa abandona Europraliné.
Trapa ha lanzado nuevas líneas de productos:los cortados sin azúcar, tres variedades de turrón y nuevos bombones. Este año, la empresa ha ampliado su capacidad productiva con nuevas instalaciones y almacenes, que ocupan 6.000 metros cuadrados, además de nuevas líneas de moldeo de bombones y de modernización del proceso de estuchado con línea robotizada.
El centro de producción sigue ubicado en San Isidro de Dueñas (Palencia), en unas instalaciones de 53.000 metros cuadrados, dentro de una parcela con un total de 70.000 metros cuadrados. Chocolates Trapa está presente fuera de España, sobre todo en Europa del Este, países árabes y Suramérica.
Fuente: Cinco Días