Rafael Fuertes El Pozo Alimentacion
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Sep

Rafael Fuertes: «ElPozo Alimentación es una empresa con alma que siempre mira por el largo plazo»

Rafael Fuertes, director general de ElPozo Alimentación, consulta en su móvil una web que informa en tiempo real sobre el número neto de habitantes de la Tierra, lo que viene a ser su potencial clientela.

«Según Poodwaddle, la población mundial crece en 2,8 personas cada segundo y en más de 48 millones cada año… y todas son bocas que alimentar», indica el primer ejecutivo de uno de los principales grupos empresariales del país y el mayor grupo cárnico de capital español, cuya marca ElPozo supera en penetración en el hogar a la mismísima Coca-Cola, por ejemplo.

Fuertes desvela los ingredientes de una «multinacional de pueblo» con 4.600 empleados directos, cuyo éxito se sustenta en valores cocinados durante 65 años como la excelencia, humildad, integridad y honradez.

Con presencia en más de 80 países, ventas de 1.129 millones, retorno inversor de 46 millones y diversificación en una veintena de sociedades ¿Cuáles son los desafíos?

Tenemos el reto de la sucesión, de la internacionalización y de intuir las tendencias del mercado. Nuestros padres tomaron el avión, pero ahora, dado el tamaño de la organización, nos toca dejar que los pilotos lleven la nave y nosotros enfocarnos en la gestión y el gobierno desde la torre de control. Desde el punto de vista de la internacionalización, damos mucha importancia al socio local, al compañero de viaje. También nos ocupa el reto de averiguar los cambios de hábitos de los consumidores y clientes para traducirlo a todos los eslabones de la cadena. Hoy quieren una cosa y mañana otra, e intuir esos cambios es muy complicado.

Ninguna marca tiene tanta presencia en los hogares españoles como ElPozo ¿Cuál es el mérito?

Es verdad, ocho de cada diez hogares españoles ya tienen nuestra marca y ahora queremos replicar esa proporción entre los restaurantes en el medio plazo. En la casa de cada persona no entra cualquiera y nosotros lo hacemos: nos hemos ganado la confianza de las familias.

¿Qué hace falta para que una marca de alimentación gane la confianza familiar?

Hace falta una inquietud total para ponerse en la piel del cliente y del consumidor. Nos dirigimos no solo al tendero o al restaurador sino también al que consume. Tenemos presente al consumidor en todos los eslabones de la cadena.

¿Qué mensaje quiere transmitir ElPozo a todos los consumidores?

ElPozo Alimentación comienza estos días a lanzar un mensaje entre emocional y racional bajo el paraguas Uno más de la familia, dirigido a todos los grupos de interés, desde el consumidor, el empleado, el proveedor y la sociedad en general. Queremos decir que ElPozo no solo es una empresa con números, sino también con alma.

¿Y cómo es una empresa con alma?

Le pongo un ejemplo. En ElPozo nos gusta mucho la cultura japonesa, una sociedad muy exigente en seguridad alimentaria, bienestar animal y sostenibilidad del entorno. Algo tendrá Japón para tener la mayor esperanza de vida. En todo el planeta existen más de 5.200 empresas con más de 200 años y casi todas ellas son japonesas. Y todo eso responde al pensamiento a largo plazo. Con esos principios y valores se puede vivir más tiempo en una sociedad que solo está pendiente de lo inmediato. Todos conocen a Google, pero no tanto a Kongo Gumi, la empresa más antigua del mundo, del año 718. Lo mismo sucede con Usain Bolt, campeón del mundo de los 100 metros lisos y casi nadie conoce al campeón del mundo de maratón. Lo que quiero decir es que tanto en tiempo como en distancia, en Grupo Fuertes miramos siempre por el largo plazo. Es nuestra filosofía.

La tradición de una empresa familiar con tres generaciones debe influir en esa forma de pensar…

Yo me encuentro en un tándem entre la segunda y la tercera generación, diferenciando de lo que es el fondo y la forma. Nuestros padres no tienen otro hobby que trabajar y los hijos lo hemos heredado. Le explico, hay varias etapas en la empresa familiar: aprendo a hacer, hago, enseño a hacer y dejo hacer. Ahora estamos en la fase en la que unos tienen que hacer y otros que dejar de hacer. Aunque mi despacho es el mundo, comparto espacio con mi padre, Tomás Fuertes, desde 1994.

¿Qué valor le concede a la conexión con los orígenes familiares?

Es nuestro ADN. Los miembros de la tercera generación, desde el mayor al más pequeño, íbamos juntos al colegio en la furgoneta donde se transportaban los embutidos y llegábamos a clase manchados de jamón. La vinculación con los orígenes es absoluta. Por eso sabemos que hay que cambiar lo cambiable y mantener lo mantenible.

¿Se plantean deslocalizar parte de su producción española?

Producimos en Rusia para vender a los rusos. Los que crean que vamos a producir en Rusia para vender a los españoles se equivocan. No queremos deslocalizarnos de España. Nos sentimos españoles y muy comprometidos con el país, donde nacimos, nos criamos y donde existe mucho recorrido haciendo muy bien las cosas.

¿Cómo cree que vamos a comer en cinco o diez años?

La comida va a ser cada vez más saludable, rica y cómoda. Así será. Hay que tener en cuenta que actualmente no se pueden aplicar los criterios de Adán y Eva en cuanto a modelos de producción y consumo. Cuando la población mundial crece a ritmos anuales de dos veces España, hay que adaptarse a esa realidad. Pero hay recursos para todos, existe un recorrido tremendo.

 Fuente: El Economista

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