Vino de misa con denominación de origen en Jerez
Unas bodegas jerezanas comercializarán el primer vino de misa que aspira a la certificación de la denominación del Marco.
Decía Benito Pérez Galdós, por boca del personaje Lord Grey de su Episodio Nacional (Cádiz), que “si Dios no hubiese hecho a Jerez, ¡cuán imperfecta sería su obra!”. La región va a saldar su cuenta divina con la producción del primer vinode misa con el sello específico del Marco de Jerez. Las bodegas Fernández-Gao las son las que están a punto de comercializar De Ecclesia, un vino destinado a su consagración en las eucaristías católicas y que aspira a ser el primero de estas características en conseguir la certificación e inclusión entre las variedades reconocidas por el Consejo Regulador de los Vinos de Jerez.
Estas bodegas, fundadas en 1750, prevén sacar a finales de septiembre o principios de octubre, por un precio de entre 6 y 7 euros la botella, el caldo con el fin de destinar el dinero a una nueva iglesia. “Tenemos amistad con el sacerdote Juan Antonio Vital, al que el obispo de Jerez le ha encomendado crear una nueva parroquia en Arcos. De ahí surgió la idea de comercializar este vino, cuyas ventas se destinarán a ayudarle a conseguirlo”, relata Juan Carlos Sánchez Gago, director técnico de las bodegas. El sacerdote, por su parte, se muestra entusiasmado. “Lo fácil hubiera sido hacer un donativo y se acabó. Lo bonito de este proyecto es cada uno pone sus dones al servicio de todos”, señala.
De hecho, el propio párroco, Vital, ha colaborado en el diseño de la etiqueta de la botella, mientras que Sánchez se ha encargado de la selección de un caldo «de calidad», gracias al asesoramiento de Luis García, expresidente del Consejo Regulador.
La firma cuenta además con el permiso necesario del obispado de Jerez para su comercialización. Esta autorización garantiza que el vino cumple con los requisitos determinados por la liturgia y el derecho canónico que establecen que estos caldos deben proceder de la uva, no estar manipulados químicamente ni avinagrados. Aunque depende de la zona, la tradición ha hecho además que se trate de opciones dulces, como el moscatel, y sin una alta graduación alcohólica.
Por ello, las bodegas jerezanas han optado por partir de una variedad de Jerez conocida como médium, un generoso de cabeceo surgido de unir Oloroso y Pedro Ximénez. El resultado es un caldo que, de entrada, cumple todos los requisitos para ser incluido en la Denominación de Origen, un paso en el que ya están trabajando en las bodegas. «Eso es lo realmente destacado, que se haya conseguido un vino de misa que pueda ser el primero conseguir la denominación de origen de Jerez y, encima, con fines no lucrativos», reconoce el sacerdote.
«Tradicionalmente, las bodegas solían regalarlos a las iglesias y conventos, pero esa tradición se perdió con la llegada de las grandes empresas», rememora Vital. Hoy la empresa González-Byass mantiene la tradición con la venta de un vino específico para consagrar, aunque sin certificación de origen. Además, hay parroquias que optan por distintas variedades de vinos de la tierra para sus misas, aunque no sean específicos para consagrar.
En la Diócesis de Cádiz (distinta de la de Jerez) se suele recurrir al moscatel de Chiclana para este fin. Incluso en Sanlúcar de Barrameda hay sacerdotes que emplean manzanilla, el vino por antonomasia de esa localidad. Sin embargo, no siempre su estofa es tan elevada. «En ocasiones, son vinos de muy mala calidad, pero no es el caso de este», como asegura Vital. De hecho, Sánchez defiende que «su sabor hará que sea también una buena opción para su consumo más allá del uso religioso«.
A Fernández-Gao le gustaría «llevar la nueva marca De Ecclesia por todos los sitios para hacerla conocida en España y mostrar así la versatilidad de los vinos de Jerez», según añade Sánchez. Vital también ayudará en la tarea con «una gira entre compañeros para que se animen a probarlo», bromea el sacerdote.
Fuente: El País