Plan de cuidados

El voluntariado comprende actividades que son beneficiosas para la comunidad, pero también para las personas que se ofrecen a apoyar una causa.  

En distintas partes de esta web has podido leer sobre cómo las características personales -motivación, empatía, etc.- deben ser tenidas en cuenta para mejorar la experiencia. Si ya has leído esta información y has completado las evaluaciones (no es obligatorio, pero sí recomendado), ya es momento de establecer un plan de cuidados

Qué es un plan de cuidados 

El plan de cuidados del voluntario/a es un documento en que se recogen ciertos objetivos e indicadores sobre su propio bienestar. De manera esquemática, buscamos reflexionar sobre: 

  • Objetivos: qué quiero lograr con mi experiencia. 
  • Indicadores: qué elementos me permiten saber si estoy lográndolo. “Tener amistades” puede ser un modo muy abstracto de hablar, pero “tener alguien a quien recurrir para contar mis problemas” es mucho más sencillo de entender. 
  • Líneas rojas: qué experiencias o situaciones consideras que no te vienen bien o no te son aceptables. Esto es importante, ya que se relaciona con tus valores y creencias, además de con tu bienestar psicológico. 

Si realizas una labor de voluntariado en una entidad protectora, a buen seguro vas a ayudar a muchos animales a estar en mejores condiciones. Pero este no tiene por qué ser el único objetivo marcado: conocer gente, aprender habilidades o hacer actividades al aire libre pueden ser también objetivos que te marques. Y está bien hacerlo.  

Por lo tanto, te invitamos a pensar en tus motivaciones y hasta qué punto te parecen importantes. No hay respuestas correctas e incorrectas, lo que importa es vigilar cómo te hace sentir la experiencia y pensar en cómo podemos mejorarla cuando sea necesario. 

Áreas a valorar en un plan de cuidados 

No existe una lista definitiva de todos los ámbitos a valorar pero, de manera genérica, te recomendamos los siguientes. Piensa qué esperas lograr en cada uno de ellos y haz tu propia lista de situaciones deseadas: 

  • Relación con otras voluntarias/os: ¿esperas hacer amigos? ¿conocer gente con intereses similares a los tuyos? ¿o prefieres centrarte en hacer tu tarea y no hacer más conexión personal? Tú marcas tu nivel óptimo. 
  • Relación con la entidad: ¿prefieres que te manden a hacer tareas? ¿esperas poder participar de las decisiones? ¿te sentirás más cómodo/a si tienes una persona concreta a quién recurrir en caso de problema? Conocer tus preferencias ayudará a la entidad a orientarte en tu proceso de acogida. 
  • Trabajo a realizar: ¿Esperas tener acceso a algún área en particular (p.ej. educación, veterinaria…)? ¿Hay tareas que te parecen demasiado difíciles o que te preocupan? Aunque las labores del voluntariado están preestablecidas, saberlo puede ayudar a la entidad a encajarte dentro de su organigrama cuando surja la oportunidad. 
  • Interacción con los animales: desde luego, la labor de protección exige mucho más que jugar con animales pero, ¿hay alguna cuestión que para ti sea relevante? ¿Prefieres encargarte de proporcionar ejercicio y limpiar las instalaciones? ¿Prefieres algo más tranquilo? ¿tienes aprensión a la sangre o las heridas?  
  • Teniendo en cuenta los retos a los que te enfrentas: ¿te sientes lo bastante formado/a? ¿crees estar preparado/a para afrontarlos? Son preguntas importantes, ya que nadie debería enfrentarse a labores con las que no se siente seguro. 
  • En general, ¿qué te haría sentir lleno/a con tu labor? ¿Qué sería para ti alcanzar tus objetivos? 

Generar un plan de cuidados 

Una vez hayas pensado un poco en los puntos anteriores, ya tendrás los elementos para generar tu plan de cuidados: 

  • Ordena tus prioridades: elige qué te motiva más. 
  • Ten en cuenta tus motivaciones y límites: en esta misma web puedes aprender sobre tu nivel de empatía, antropomorfización, apego, expectativas e interacción con la entidad. Ten en cuenta los consejos para establecer límites. 
    *Recuerda que estas evaluaciones son orientativas; si algo te preocupa, consulta con un profesional o contacta con nosotros para que te orientemos al respecto. 
  • Comunícalo a la entidad al incorporarte: quizás no todo sea posible, pero si no lo dices será difícil que se cumpla. 
  • Revisa tu evolución: Sobre todo, si aparecen tiempos más difíciles. Cuando sientas que la cosa no funciona, es momento de comunicarlo a la entidad para buscar soluciones. 
  • Atiende a las líneas rojas: Cuidar a los animales es una motivación muy humana, pero todos tenemos nuestros límites. Si te sientes sobrepasado/a o algún aspecto de tu labor te resulta difícil de soportar, debes acudir a tu referente dentro de la entidad. ¡Hay que estar bien para ayudar! 

Siguientes pasos 

Puedes usar el documento que hemos preparado en la zona de herramientas como base para crear tu plan de cuidados, transformándolo conforme consideres. Podrás usar tu versión personal del documento para hacer el seguimiento de tu experiencia como voluntario/a. 

Si quieres realizarlo online, para guardar tus registros y recibirlos en tu correo electrónico, puedes hacerlo justo aquí abajo. Esta versión estándar te permitirá hacer el seguimiento de tu trayectoria de un modo sencillo si rellenas el formulario cada cierto tiempo. La próxima vez, podrás encontrarlo en esta página o en la zona de herramientas.

[CUESTIONARIO ONLINE, PENDIENTE DE ACTUALIZACIÓN]