Apego en el voluntarios/as (2)

En esta página hablaremos del apego a los animales de compañía. Si has completado la evaluación en la página anterior, habrás recibido una valoración personal en tu correo electrónico; si no lo has hecho, puedes seguir leyendo más abajo o visitar la página anterior para completar el cuestionario (recomendado). 

Qué es el apego 

El concepto de apego se refiere a la relación establecida con otros seres, ya sean humanos o no humanos. Dicha relación puede ser analizada desde distintos puntos de vista, como el modelo general con el que cada persona suele relacionarse (apego seguro, cuando prima la confianza; apego evitativo, cuando mantener una cierta distancia resulta más cómodo, etc.) o la intensidad de un vínculo concreto (es decir, la fortaleza del apego). 

El apego es un tema muy estudiado en Psicología. Principalmente, porque pocas cosas hay en el mundo que resulten más importantes que la relación con los demás. Los estudios se han centrado sobre todo en analizar cómo los humanos crean vínculos desde el nacimiento y a lo largo de su desarrollo, pero también tenemos muchos estudios que se han centrado en la relación con otros animales. Incluso tenemos varios instrumentos específicos para medirlo.  

Los datos son muy claros: para muchas personas, los animales de compañía pueden ser muy queridos y ser un integrante más dentro de la familia. Por lo tanto, debemos atender a este apego con la misma seriedad y respeto que a cualquier otra relación

¿Por qué importa conocer el nivel de apego a los animales? 

Como hemos comentado, disponemos de muchos estudios que analizan la relación entre personas y animales de compañía convivientes. Pero el papel del apego en voluntarios de entidades protectoras, donde tenemos contacto y relación con muchos animales a la vez, es más complejo de analizar. Entre los aspectos importantes están: 

  • No todas las personas voluntarias tienen el mismo número de animales a su cargo, y eso puede afectar a la fortaleza del vínculo. 
  • No todos los animales al cargo llevan el mismo tiempo en la entidad, y el apego necesita tiempo. 
  • Las condiciones de los animales pueden variar. Por ejemplo, cuando un animal necesita tratamientos diarios o es muy mayor es fácil que se le dedique tiempo extra frente a otros animales más autónomos, y el apego se construye con la interacción.  
  • El tipo de voluntariado: la frecuencia de asistencia y los roles asumidos por el voluntario pueden facilitar o dificultar crear un vínculo fuerte. 

Hay muchas otras cuestiones a tener en cuenta, como el hecho de que ciertos animales pueden recordarnos a nuestros propios animales de compañía. Abordar todas las opciones necesitaría de mucho espacio.  

Aún así, es importante valorar -aunque sea como promedio- el nivel de apego que los voluntarios generan con los animales de los que cuidan. Especialmente, porque las personas con mayor facilidad para generar vínculos fuertes con animales no humanos parecen obtener mayor satisfacción con su labor que aquellos con valores intermedios o bajos.  

Sin embargo, esto tiene un reverso menos amable: las personas con mayor apego pueden encontrar dificultades para tomar un respiro cuando las situaciones les superan porque, ¿quién abandona a un amigo? Por ello, y porque sabemos que el desgaste suele extenderse poco a poco, es importante contar con un plan de autocuidado y prestar atención a las señales de cansancio emocional.