Apoyo de la entidad a voluntarios/as (2)

En este apartado vamos a aportar algunas ideas para mejorar el ajuste del voluntario en la entidad. Como siempre, puedes leer la información que hemos preparado en esta página, aunque también puedes buscar una información más personalizada para cada persona voluntaria pidiéndole que complete un cuestionario específico en la página anterior (recomendado). 

Aspectos clave para entender el funcionamiento organizativo 

Son muchos los aspectos del funcionamiento de la entidad que van a afectar a la experiencia del voluntariado. Por citar algunos ejemplos, la literatura destaca:  

  • El nivel de compañerismo o cohesión con otros voluntarios (las relaciones humanas, en definitiva). 
  • La cantidad de trabajo al que hay que hacer frente. 
  • Los recursos percibidos para afrontar las demandas. 
  • La formación ofrecida por la entidad. 
  • La transparencia del plan de organización de voluntariado. 

Y la lista sigue, siendo posible encontrar muchas otras cuestiones relevantes. Por ello, vamos a concentrar la mirada en dos cuestiones clave: recursos percibidos y comunicación. 

Recursos percibidos 

El equilibrio entre recursos y retos a afrontar es uno de los principales aspectos a cuidar en el plan de voluntariado. Una persona enfrentada a una tarea que no puede resolver suele experimentar frustración; si la frustración se prolonga, puede terminar emocionalmente exhausto (lo que se denomina burnout o síndrome de estar quemado); y el burnout hace más probable que los voluntarios decidan terminar su colaboración (Geoffrion et al., 2016).  

En otras palabras, percibir un equilibrio entre retos y recursos puede mejorar el bienestar de los voluntarios, hace que la colaboración dure más en el tiempo, y hace que los animales estén mejor atendidos.  

Existe un buen número de elementos que pueden ayudar a mejorar este apartado: si estás interesado en hacerlo, sería recomendable que leyeras más sobre la creación del plan de voluntariado para tu entidad. De cualquier modo, podemos destacar algunas estrategias que pueden ayudar a generar mayor sensación de seguridad entre tu voluntariado.  

  • Aumentar la formación: Los planes de voluntariado deben contemplar algún tipo de introducción o formación inicial. Las entidades de gran tamaño suelen tener formatos muy estructurados, pero las entidades pequeñas pueden optar por un formato más relajado. En todo caso, es importante 1) enseñar a realizar las tareas, 2) asegurarse de que se ha comprendido el proceso, practicando y supervisando y 3) mantenerse abiertos a dudas y preguntas, a fin de detectar posibles dificultades. ¡A veces, las ganas de agradar por parte del voluntario pueden provocarle dificultades! 
  • Establecer límites: Algunos roles son más pesados que otros. Cuidar de animales gravemente enfermos o víctimas de abusos puede resultar muy duro a medio y largo plazo. Especialmente, cuanto más directa es tu conexión emocional con los animales. Por ello, los responsables de entidades protectoras deben establecer límites a las tareas, siempre en función del nivel de experiencia y las cualidades personales del voluntario. No se trata de lo que “no pueden hacer”, sino de aprovechar su energía en el sitio donde más puedan ayudar a los animales. 
  • Reducir la carga: todas las personas tenemos límites. A veces estos vienen determinados por tu contexto (por ejemplo, trabajo o familia) y otras veces tienen que ver con tu forma de ser (por ejemplo, alta empatía o antropomorfización). Como en cualquier otra relación, las cosas pueden cambiar conforme el voluntario y/o sus circunstancias cambien; mantener un seguimiento del voluntariado permitirá ajustar la carga a estos cambios, mejorando la experiencia del voluntario y previniendo la aparición de fatiga por compasión. 
  • Compartir las cargas: en este ámbito hay algunos retos especialmente difíciles, y la literatura ha estudiado uno por su especial importancia: la toma de decisiones sobre las eutanasias (p.ej.: cuando un animal no tiene opciones de recuperación y su calidad de vida es muy baja). Las personas que se aproximan a las entidades protectoras no suelen anticipar esta función, pero a veces resulta inevitable. Por ello, contar con un equipo con el cual consultar estas decisiones resulta un elemento protector. 

Como ves, muchas de las acciones que suelen recomendarse para prevenir sobrecarga implican mantener una relación fluida entre todos los participantes de la entidad. Por ello, no sorprende que el segundo gran tema a tratar haga referencia a la comunicación. 

Mejorar la comunicación 

No importa cómo de bien funcione una organización, la aparición de nuevos participantes (por ejemplo, voluntarios) y retos exige de retoques que permitan ajustarse a las nuevas circunstancias. Por ello, mantener canales de comunicación es prioritario. 

Entre las estrategias a tener en cuenta como persona que gestiona una entidad podemos destacar: 

  • Identificar a personas referente: todos los colaboradores deben saber quién se encarga de cada tarea dentro de la entidad para evitar errores de comunicación. Al acoger voluntariado, es importante dedicar tiempo a establecer a quién debe recurrirse en cada situación típica. Si la entidad es de tamaño mediano o grande, tenerlo por escrito puede facilitar mucho las cosas. 
  • Las diferencias son positivas: existen muchas maneras de aproximarse a la protección animal y muchas formas de entender nuestro rol dentro de la comunidad. Por ello, es muy frecuente que existan opiniones diversas dentro de la entidad. Crear foros donde compartir estas ideas –por ejemplo, reuniones semanales o quincenales- ayudará a canalizar los debates hacia una mayor cohesión. 
  • …Aunque todos deben recordar su rol: A pesar de que debatir puede ayudar a mejorar la sensación de pertenencia y llegar a estrategias más completas para arreglar problemas, a veces resulta imposible llegar a un acuerdo total. En estos casos, es importante transmitir la decisión tomada por los representantes de la entidad, aunque enfatizando que todas las opiniones han sido tenidas en cuenta, que el proceso de decisión a veces viene muy determinado por las opciones que otros deciden (p.ej. Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, etc.) y que se pueden estudiar otras formas de afrontar el problema en la siguiente ocasión. De este modo, el voluntariado seguirá percibiendo que la entidad valora su participación. 
  • Por último, es importante señalar que los conflictos sólo pueden solucionarse si se trabajan entre los implicados. Es responsabilidad de la entidad realizar un seguimiento para detectar cualquier abuso de poder o comportamiento inadecuado (también entre personas voluntarias) y proporcionar recursos para reconducirlo –o ponerlos en conocimiento de las autoridades competentes, en caso de ser necesario-. En todo caso, usar medios públicos para desahogar la frustración -por ejemplo, redes sociales- no suele ayudar a arreglar el problema: suelen provocar desgaste en todas las personas implicadas y, a la larga, pueden afectar al funcionamiento de la entidad, lo que redunda en el bienestar de los animales acogidos. Por ello, puede ser interesante establecer normas al respecto en el acuerdo de incorporación del voluntariado. 

Para saber más 

Si quieres saber más, puedes visitar la zona de recursos para entidades protectoras, donde encontrarás información sobre la creación del plan de voluntariado para entidades protectoras, así como formularios que pueden ayudarte a crear un acuerdo de incorporación. 

REFERENCIAS