02 Oct Los Premios Rei Jaume I debaten sobre la transferencia de conocimiento a las empresas
- La presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, señaló que “los Premios Rei Jaume I tienen un carácter global ya que cubren todo el proceso de transferencia del conocimiento y tiende puentes entre la ciencia y las empresas”
- En la mesa redonda ‘Colaboración ciencia y empresa. Perspectivas de futuro’ participaron María Blasco, Ramón Tamames, Javier Chamorro, Susana Marcos e Inés Juste.
- Pedro Duque:”Desde el Gobierno queremos dotar a la ciencia española de los recursos necesarios para que alcancen mayores cotas”
- Alberto Zoilo Álvarez, presidente de ADEFAM y moderador del debate: “Es importante dotarnos de un marco legal que favorezca la inversión de las empresas en investigación y la colaboración con centros públicos dedicados a la ciencia”.
“Desde el Gobierno queremos dotar a la ciencia española de los recursos necesarios para que pueda alcanzar cotas mayores; y trasmitir su importancia a la sociedad para fomentar vocaciones científicas y el espíritu emprendedor”, ha dicho Pedro Duque, ministro de Ciencia, Innovación y Universidades durante un acto celebrado esta mañana en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en Madrid. El encuentro ha sido organizado por los Premios Rei Jaume I con la colaboración de la Asociación de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM), la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) y el CSIC, para debatir sobre ciencia, innovación y emprendimiento en España y sobre las oportunidades que suponen para la sociedad.
Por su parte, Rosa Menéndez, presidenta de CSIC, enfatizó durante su intervención que “los Premios tienen un carácter global ya que cubren todo el proceso de transferencia del conocimiento y tiende puentes entre la ciencia y las empresas”. Además recordó que con motivo de su 30 aniversario los premiados y jurados –entre ellos 18 premios Nobel- dieron a conocer el Manifiesto por la ciencia, la innovación y el conocimiento. En opinión de Javier Quesada, presidente ejecutivo de los Premios Rei Jaume I, “la crisis -de la que afortunadamente hemos salido- ha acentuado la importancia creciente de la investigación y el emprendimiento para toda la sociedad española. Quienes antes introdujeron estas interrelaciones en sus empresas o centros de investigación, han comprobado que se anticipan a los demás y mejoran su posición relativa. La interacción vale la pena”.
El acto central de la jornada consistió en la mesa redonda ‘Colaboración ciencia y empresa. Perspectivas de futuro’, que reunió a premiados en ediciones anteriores que debatieron sobre la situación, retos, soluciones y oportunidades de la interacción entre investigación e industria. Participaron Ramón Tamames, premio de Economía en 1997; María Blasco, galardonada en la categoría de Investigación Básica en 2007; Javier Chamorro, premio al Emprendedor 2011; Susana Marcos, premio de Nuevas Tecnologías 2017; e Inés Juste, presidenta de Grupo Juste. Por su parte, Alberto Zoilo Álvarez, presidente de ADEFAM moderará la discusión.
“La relación entre empresa y ciencia es una vieja tradición negativa en la que no ha habido nunca un momento álgido por ninguna de las dos partes”, contó Tamames. Parte de esta situación podría deberse a que “trabajan en base a una relación esporádica y no en una estable y permanente; y que tienen intereses y objetivos no alineados”, explicó Chamorro.
Desde el mundo de la empresa, Juste señaló como principales escollos “la excesiva burocracia que implica establecer una colaboración con la universidad; la falta de motivación de los investigadores, ya que los resultados que obtienen no son directamente publicables en revistas científicas; y el diferente concepto del tiempo existente entre las dos partes – la industria necesita obtener soluciones lo más rápidamente posible-“.
Otro reto es que “no tenemos cultura innovadora y todavía no está extendida la idea de que se puede hacer ciencia de excelencia y que, precisamente por ello, se puede hacer transferencia y producir un cambio innovador”, señaló Marcos. Como dato, recuerda que “el 30 por ciento de los investigadores que salen del MIT, crean una empresa”. Algo que poco a poco va cambiando, en opinión de Blasco: “las nuevas generaciones de científicos tenemos una cultura de la innovación y estamos muy interesados en poder trasladar nuestros descubrimientos a nuevas aplicaciones. Hay que fomentar la cultura de innovación con incentivos”.
Chamorro consideró que “las universidades deberían poner más énfasis en dar a conocer el porfolio de sus líneas de investigación, las posibles aplicaciones y los problemas que podrían resolver; y las empresas, por su lado, tendrían que trasladarles sus necesidades, entendiendo la necesaria relación a largo plazo que implica en muchos casos la investigación”. Por parte de la administración, “es necesario que se implique más; se trata de un ente demasiado burocrático y no muy bien dotado”, señaló Tamames. La mayoría enfatizó la necesidad de una mayor inversión pública, aunque el reto, en opinión de Chamorro, es que esta inversión se haga mejor.
Álvarez insistió en la importancia de invertir en I+D+i, que “constituye un factor decisivo para dotar de valor añadido a los productos y servicios, les confiere competitividad, y reporta más ingresos a las empresas y garantiza mejores salarios”. En este sentido, considera “importante dotarnos de un marco legal que favorezca la inversión de las empresas en investigación y fomente su colaboración con centros públicos dedicados a la ciencia, incluida la Universidad”.
Durante la clausura estuvo junto a Santiago Grisolía, presidente de honor de los Premios Rei Jaume I, Ximo Puig, president de la Generalitat Valenciana y de la Fundación Rei Jaume I, que coincidió con Duque en que “se necesita una mayor inversión, pública y privada, para lo que se deben formular.
Fuente: Divulga
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